En el Partido del Pepino, a los cuatro días del mes de diciembre de 1820 años: Los señores que componen la Junta de Sanidad, Presidente el Sr. Don José González, el Padre Cura Rector Don Lino Delgado, a la que concurrieron los Señores Registradores Don Juan Esteban Núñez, Don José de Sotomayor, Don Francisco Vélez del Rosario, y DonJuan Pablo Luciano de Fuentes, y el facultativo o curioso Don José de La Jara, y estando juntos en la Sala Consistorial el Sr. Presidente presentó a la junta la Circular del Sr. Jefe Superior su fecha diez de noviembre del corriente año, como igualmente el Reglamento Económico de Vacuna remitido por el mismo Jefe Superior, y habiendo tratado y conferenciado sobre el Artículo quinto, Capítulo primero, que trata sobre la Salud Pública hizo presente el Padre Cura Rector Don Lino Delgado que para que en lo sucesivo tenga las aguas efectos a la salud para este vecindario en su parecer que esta Junta de Sanidad mande que estos ciudadanos las aguas que han de tomar diaria la cojan muy de mañana mediante el río corriente. A lo que los señores aceptaron este parecer. Asimismo expuso que considera justo la vacuna en este pueblo sirviéndose el Jefe Superior remitir a este pueblo el fluido para la peración, y para este efecto, nombra esta junta para una vacunación al Licenciado Don Antonio Zapata, hágasele saber para su inteligencia: los comestibles que se hayan en el presente mes son buenos, y de sana salud así lo decretaron los señores de la Junta de Sanidad y lo firmaron ante mí, de que doy fe.
(Firmados)
José González, Lino Delgado, Juan Esteban Núñez, Francisco Vélez del Rosario, Juan Pablo Luciano de Fuentes, José de Soto, José de La Jara, Francisco Antonio de Fuentes, Secretario.
1821
La Junta de Sanidad nombrada para este año, presidida por Don Bartolomé de Medina, en sesión celebrada el día cinco de abril adoptó, para evitar abusos que se cometían en la venta de comestibles, el acuerdo que transcribimos, copiado al pie de la letra del acta levantada, «que para la aseguración de quitar pleitos y discordias entre los vecinos que mandan se hisiese en el término de tres días una libra para que los ciudadanos arreglasen las suyas pagando del fondo de propios .
En el propio año y mes hizo su aparición, por primera vez, en el Partido del Pepino una epidemia de «sarampión» que atacó a gran número de niños y adultos. Para combatir los estragos del mal, la Junta de Sanidad nombró a Don José de la Jara, curioso en medicina y a Don Antonio de Zapata, licenciado en Cirugía, para que tomasen a su cargo la asistencia de los pacientes y procedieran a la vacunación del vecindario. Se ordenó también a los vecinos que hiciesen una limpieza general a sus correspondientes patios y corrales.
Se ofició a todos los Comisarios de Barrio para que hicieran comparecer a la Sala Consistorial a los padres de familia y a sus hijos, a fin de inocularles el virus vacuno, los sábados de cada semana. Para conseguir el fluido vacuno, El Regidor Don Juan Antonio Barrero, hizo un viaje a Aguadilla, llevando consigo dos niños para inoculárselos.

Andrés Méndez Liciaga
Maestro, orador, político, periodista, funcionario, legislador, carcelero. En su pueblo -San Sebastián- tierra de sol y ensueños formó el niño su corazón de bondad al rescoldo de un austero hogar criollo. Su padre, un recio tronco de la selva secular, viejo de barbas floridas, a quien el tiempo no pudiéndole vencer de un solo golpe fue derrumbándole como a las fo rra.lezas legendarias con la cruel lentitud de una furia, le indicó la línea del horizonte, hacia donde se oían lejanos clarines.
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