En las jurisdicciones de los pueblos de Añasco y Pepino, a los veintiséis días de marzo de 1820, y para efecto de deslindar y aclarar los puntos dividentes de ambas jurisdicciones, según orden expresa del Señor Capitán General y Jefe Superior Político, Don Gonzalo Arostegui Herrera Harobe y Chacón, Caballero de la distinguida Orden de Calatrava y Brigadier de; los Ejércitos Nacionales, nos unimos previo citación los empleados siguientes:
Por Añasco
El Alcalde Primero, Don Juan Miguel de Arcelay
Primer Regidor, Don Eusebio Serrano
Síndico Procurador General, Don José Orriz de la Renta
Asociado recomendado por la Superioridad, Don Juan lrizarry.
Por El Pepino
Alcalde Segundo, Don Juan Pablo Luciano de Fuentes
Regidores, Don Joaquín López de Victoria y Don José Antonio Vélez
Síndico Procurador General, Primero, Don José Jiménez; Asociado, Don Gabriel del Río.
Y habiendo conferenciado y tomado previos conocimientos de personas prácticas, del terreno por donde debía verificarse y, que por su conocimiento y edad podían dar razón. Respecto a no tener expediente a la vista que nos sirviese de norma, lo hicimos en la forma siguiente:
Comenzamos a fijar los límites desde dos árboles; uno de Guaya y otro de Guamá, que están en la cuchilla del Atrecho y pegan con la del Pasto, corriendo al frente, cuchilla abajo con vueltas y revueltas con Diez cuerdas a un árbol de Roble que está en la Sabana de las Llanadas. El expresado Roble, con diez cuerdas a otro árbol de Caracolillo, de este a otro árbol de Huezo que está en el alto de la Cuesta del Maricado, con Diez cuerdas; de éste, con cinco cuerdas a un Roble que está en el medio de la Cuchilla que cae a Barreta y a la del Atrecho; tomando la del Arrecho con Diez cuerdas a un árbol de Granadillo, de éste con Diez cuerdas a caer a la Vega de Ramón Romero, por el medio de dos Palmas de yagua, atravesando el Río Grande a la boca de la Quebrada de los Tocones, quebrada arriba con Diez cuerdas al alto de la cuesta llamada de la Maza, a Tres árboles de Aguacate que están unidos.
De estos árboles con Quince cuerdas a los Cerros Altos, y de éstos a un tocón de Capá, junto con el Pepino, La Moca y Añasco, y sigue a la Moca con Añasco, el árbol de Roble, con reserva de poner tarjetones de media a media milla, en los términos prevenidos, en el terreno demarcado, quedando advertidos los dueños de él, de cuidar de los referidos árboles, que con su magnitud y larga existencia servirán de puntos fijos hasta que se hagan los amonojamienros.
Y para que conste en todo tiempo; aún en la más remota posterioridad de ambos pueblos, y en fe de haberlo hecho a nuestro leal saber y entender, de unánime conformidad firmamos el presente por duplicado en el sitio de la Moca, de ambas jurisdicciones en dicho día, mes y año, recogiendo cada pueblo uno para que exista en su archivo de ayuntamiento de que certificamos:
Juan Miguel Arcelay, Juan Pablo Luciano de Fuentes
Eusebio Serrano, Joaquín López de Victoria
José Antonio V élez, José Ortiz de la Renta
José Jiménez, Juan de Irizarry, Gabriel del Río

Andrés Méndez Liciaga
Maestro, orador, político, periodista, funcionario, legislador, carcelero. En su pueblo -San Sebastián- tierra de sol y ensueños formó el niño su corazón de bondad al rescoldo de un austero hogar criollo. Su padre, un recio tronco de la selva secular, viejo de barbas floridas, a quien el tiempo no pudiéndole vencer de un solo golpe fue derrumbándole como a las fo rra.lezas legendarias con la cruel lentitud de una furia, le indicó la línea del horizonte, hacia donde se oían lejanos clarines.
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