Un gran detalle que ha pasado por desapercibido en el pueblo del Pepino, por lo menos para nuestra generación, es la entrada del espiritismo Kardesiano al suelo pepiniano. En su adultez, teniendo cerca de 60 años, Don Guilo, tuvo sus inquietudes existenciales y para mitigarlas acogió fervientemente espiritismo kardesiano, propulsado filosóficamente por francés Allan Kardec, quien hizo una recopilación de los máximos exponente de este tipo de espiritismo. Esta es la razón por la cual a este espiritismo se le califica como kardesiano pero no fue Kardec el originador de esta escuela de pensamiento. Lo cierto es que Don Guilo fundó, junto a otros pepinianos, el templo Luz Divina de San Sebastián cuya existencia ha estado escondida para la mayoría de los pepinianos.
Debemos aclarar a nuestros lectores que en ese entonces y desde los días tempranos de la colonización española ya había entrado a Puerto Rico el espiritismo de corte africano. Este espiritismo consistía en mantener una continua relación con los familiares muertos y participar de los méritos y consejo de ellos a través de la posesión de un médium. Este espiritismo africano nunca pudo articular una doctrina por escrito. Era un espiritismo ancestral y tradicional que pasaba de generación en generación de manera informal, de boca en boca.
El Espiritismo de Allan Kardec se le conoce como el espiritismo filosófico producto del razonamiento y de la reflexión. Esta nueva vertiente filosófica se fortalece y se articula durante el movimiento de la Ilustración Francesa. Allan Kardec es el responsable de darle un cuerpo de conocimiento al espiritismo filosófico. Pero la verdad fue y es que el contenido del espiritismo kardesiano fue invadido y caracterizado por el espiritismo africano. Hoy se hace bien difícil separar uno del otro, por lo menos, en nuestro medio puertorriqueño. En contados pueblos quedan centros del espiritismo kardesiano.
En una entrevista (17 de julio de 2012) que le acabo a Raúl Vargas Hernández, hijo de Don Guilo y de 91 años, resaltan algunos detalles que quiero compartir con ustedes. Nos dice Raúl que el Centro Luz Divina fue fundado en el 1930-35 en la calle Andrés Méndez Liciaga antes calle Miraflores. La influencia del espiritismo kardesiano en Mayagüez alcanzaría a El Pepino.
El Centro era una estructura de madera en sus comienzos y luego se reconstruyó en cemento. Entre la hermandad espiritista fundadora se encontraban Don Aguedo Vargas como el Presidente de la Mesa, seguido de Guillermo Cardé, Don Lino Guzmán, Genoveva Vargas que para ese entonces era la médium de la hermandad, Don Nicolás Rodríguez, , Doña Catalina y un tal Paulino. En el futuro ingresarían a ese círculo Bernardino el Barbero, Don Paquito Ríos, Moisés Vargas y otros. Como podrán notar ya se contaba con un médium indicando la influencia del espiritismo africano.
Artesanos y Profesionales
La fundación de este templo sugiere que Don Guilo era un artesano y lector autodidacta, como tantos que había El Pepino, con una educación propia por la escasa oportunidad que tuvieron de educarse formalmente. La presencia de Guillermo Cardé y Don Lino Guzmán implica que había gente de la clase media baja y con cierto nivel educativo que tenía inquietudes por la existencia de la vida humana y buscaban respuestas en el espiritismo kardesiano. Don Guillermo fue maestro de escuela a principios del siglo 20 y la antigua escuela de Pueblo Nuevo llevaba su nombre. También Don Lino Guzmán era maestro.
Sucesores del Centro
A la muerte de Don Guilo, su hijo Moisés sostuvo el Centro, según nos narra Jaime, uno de los hijos de Moisés. En años reciente unos siete u ocho ancianos todavía se reunían los sábados en el Centro para celebrar sus actividades. La muerte ha seguido diezmando la exigua hermandad y han dejado de reunirse los sábados como tenían acostumbrado. Esta información nos la suministró el vecino inmediato, el Sr. Vélez, de 80 años de edad.
Como ocurre con toda historia, en algún momento, algunos de nuestros investigadores profundizarán en el tema. Hemos suministrado algunos datos más, hemos tocado este tema dentro de nuestro gran tema: el negocio de la muerte en El Pepino.
Los Médicos Espirituales Yerberos
Como hemos dicho en otra parte de este libro, el contenido y práctica ritual del espiritismo africano vino a ser el contenido y práctica del espiritismo kardesiano, por lo menos, en El Pepino. Según Mano Moisés Vargas, en su Autobiografía, relata que los médicos yerberos más notables eran espiritistas prácticos. Ante la escasa presencia de dos médicos para toda la población pepiniana, existían estos médicos yerberos para el resto de la población pobre. Como la ciencia ha demostrado, las plantas tienen sus propiedades medicinales y esta información y práctica útiles ha venido de generación en generación de fuentes ancestrales. Los médicos espirituales yerberos eran recipientes de esta ancestral tradición.
No hay duda que la utilización de plantas en la medicina natural ha aliviado a mucha gente de sus dolencias físicas. Esta práctica de medicina natural se llevaba a cabo dentro del marco de la religión espiritista. Es por esta razón que los espiritistas y el uso de las plantas medicinales iban tomadas de la mano en ese entonces. Entre aquellos doctores espirituales renombrados, como le llama Mano Moisés, estaban Don José Cruz, Don Juan Traverso, Don Ponciano y Don Guilo Vargas. Aún, las personas distinguidas del pueblo, recurrían a este tipo de medicina y en muchas ocasiones les funcionaba. Ante la desaparición del puesto de yerbas apareció la botánica cubana que mantenía un inventario de preparaciones de hierbas y efectos de la práctica espiritista africana.

Eliut González
Historiador y escritor pepiniano residente en Trujillo Alto. Ha hecho estudios de maestría y doctorado en educación, historia y teología. Profesor universitario, maestro de escuela pública y conferenciante. Autor de la Etnia Cultural Pepiniana (2002) y otros libros y artículos. Se ha dedicado a la historia municipal del San Sebastián.
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