Lionel Valentín
Publicación autorizada por Lionel Valentín Calderón, artista, escritor y Siervo del Señor.
BDRPR- Los origenes de esta hacienda en Morovis pudieran establecerse tan temprano como el 26 de octubre de 1865, momento en que un importante comerciante de posible origen catalán, llamado Juan Suro y Juliá, compra 250 cuerdas localizadas en el Barrio San Lorenzo, pertenecientes a Don Vicente Martínez.
Para el 1849, además de desempeñar en varias ocasiones el cargo de consejal, Juan Suro era identificado como el principal comerciante de Morovis. Por otra parte, a aquellas tierras que eran consideradas como la tenencia principal de la Hacienda María le serían sumadas otras 600 cuerdas, compradas a Agustín Padró, situadas en el sector Buena Vista del Barrio Morovis.
Es mediante hipoteca de esta estancia en Buena Vista que, Don Juan Suro consigue del Sr. José Borrell el prestamo de refacción con que inicia el proceso de mecanización de la Hacienda María. Lamentablemente, Suro muere el 14 de diciembre de 1870, quedando su viuda, Doña Encarnación Prado y Morales, a cargo de la finca que sería vendida debido a reclamos de ejecución hipotecaria levantados por Juaquina Juliá, viuda y heredera de Borrell, y posteriores deudas contributivas con el ayuntamiento. Es para entonces que Don Alonso del Río, un asturiano natural de Beloncio, provincia de Oviedo, entra al panorama de la historia de la hacienda.
Con el establecimiento de una tienda y la prestación de dinero para el desarrollo agrícola de otras fincas, además de los favores que consigo trae el ocupar cargos públicos, este español incondicional acendío rapidamente. Ocupó el cargo de concejal en 1873 y el de síndico en 1875. En el 1878 es nombrado Primer Suplente de Juez de Paz, cargo que ocupa hasta el 1882, y el de alcalde en los años de 1880 y 1886. En 1896 vuelve a fungir como síndico y finalmente es nombrado Juez Municipal por dos términos: de 1890-1891 y 1891-1892.
En el 1876, se registra la primera compra de terrenos de Don Alonso; a saber, una finca de 37 cuerdas que colinda por el norte con la Hacienda María. A éstas, se suman 56 cuerdas que son rematadas por Don Alonso en subasta pública mediante embargo a Doña Encarnación debido a las deudas contributivas antes mencionadas. Otras 78 cuerdas eran añadidas el 27 de nobiembre de 1888 como resultado de una compra a Don Cándido Menéndez Corrada, quien las había adquirido de igual manera mediante subasta y 185 cuerdas adicionales le fueron compradas a Doña Juaquina Juliá. De manera que, aquella finca de San Lorenzo, que había sido vendida en fracciones, poco a poco era reconstituida al punto de sumar 700 cuerdas según el Catastro de fincas rústicas para 1894. De ellas, 52 fueron destinadas a la siembra de caña, 14 al cultivo de café y 14 para frutos menores. Produjo moscabado y melazas, y contó con casa trapiche, casa pulguero, casa hornalla y casa batición (De: Hernández, Wilhelm. Morovis en la Isla, Vol 2: Sociedad y economía en el Siglo XIX, 1831-1899).
Compartelo en tus redes sociales favoritas