Lionel Valentín
Publicación autorizada por Lionel Valentín Calderón, artista, escritor y Siervo del Señor.
Miguel Ángel Lechuga Jiménez -Poeta, articulista, periodista. José Antonio Daubón, nació en San Juan, 1840 y muere en la misma ciudad en 1922.
Realizó la enseñanza primaria en San Juan y en Aguadilla, la secundaria en El Seminario Conciliar de San Juan. Desde muy joven colaboró en diversas publicaciones: El Clamor del País, El Buscapié, El Boletín Mercantil, La Correspondencia de Puerto Rico, Plumas Amigas y otros diarios. En 1872, aparecen algunos poemas suyos en Nuevo Cancionero de Borinquen compilados por Manuel Soler Martorell.
Trabajó en el Departamento de Hacienda de Puerto Rico, y más adelante llegó a ser tesorero de la Junta del Puerto de San Juan, estos trabajos los alternaba con la prensa. En 1893, era redactor de El Diario de Puerto Rico. Durante años publicó poemas en folletos, en revistas y en periódicos, que más tarde publicó en un libro que tituló Poesías (1900). Célebre folklorista, supo captar caracteres y situaciones típicas, que salieron en la prensa en sus famosos artículos de costumbres y estampas biográficas, todos ellos coleccionados entre los años 1904 y 1905 en los dos tomos de Cosas de Puerto Rico.
Junto a José Mercado, Fernández Juncos, Del Valle Rodríguez, Rodríguez Cabrero y otros autores, fue coautor de la pieza teatral de intención crítica titulada El proceso de 1899 (1881). Valoración. La obra poética de José Antonio Daubón estaba bajo la influencia del romanticismo, posiblemente por estar de moda en aquellos años y ser utilizado por la mayoría de los poetas de Puerto Rico. La influencia era tanto española como francesa, Zorrilla, Espronceda compartían con Víctor Hugo y Lamartine, junto a poetas de aquellas tierras cálidas, como el cubano Plácido y el venezolano Abigail Lozano, en los discursos y centros de reuniones que se celebraban muy comúnmente en las principales ciudades de la isla. En las composiciones de Daubón se manifiestan así mismo los temas horacianos de la vida retirada y la belleza fugaz. Hay que destacar en este autor, las notas patrióticas y religiosas y destaca la mezcla de razas que forman el paisaje humano. Llevando esto último a una intención didáctica cercana a la filosofía de la igualdad social.
La fama de este autor es más apropiada, sin embargo, en su obra como prosista. Cultivó un estilo sencillo, cómodo y fresco pero elegante y gracioso, impregnado generalmente de un humorismo picante, el artículo de costumbres sobre tipos y escenas que conocía por personal experiencia en la urbe del viejo San Juan: las fiestas populares de los distintos santos y patronos, las comparsas negras en los desfiles religiosos, los bailes y carnavales de máscaras, etc. Más que crítico, fue un fiel retratista de personas, cosas y hechos, dejando ver un marcado tinte realista-costumbrista.
Además de sus estampas costumbristas, destacó por unas estampas biográficas sobre los puertorriqueños más destacados del momento: Ramón Emeterio Betances, Eugenio María de Hostos, Rafael Cordero, Felipe Gutiérrez, Pascasio P. Sancerrit y Rafael Del Valle Rodríguez.
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