Lionel Valentín
Publicación autorizada por Lionel Valentín Calderón, artista, escritor y Siervo del Señor.
Las posibilidades de una de las industrias mas lucrativas y prometedoras para la economía de nuestro pais, y obstáculos con que se confronta
Juan Eugenio Mayoral -La primera refinería de azúcar de caña en Puerto Rico fue montada por la Sucesión Serrallés en la Central Mercedita, en el año 1926. Esta refinería, denominada la Porto Rican American Sugar Refinery, lnc., se instaló anexa a la fábrica de crudo de dicha central con la idea de refinar sus azúcares. La capacidad original de esta refinería era de 250 toneladas de azúcar refinado por cada veinticuatro horas. Para esta época otra central de la costa Sur, ya producía una cantidad limitada de azúcar blanco del tipo “plantation white.”
En los últimos cinco años han entrado en el mercado de azúcar refinada tanto local como continental, la Yabucoa Sugar Co., anexa a la Central Roig, de Yabucoa, la Central Igualdad de Añasco, y la Central Río Llano de Camuy.
La calidad de azúcar que están produciendo todas estas refinerías incluyendo la de Guánica que ha sido mejorada considerablemente durante los últimos años, compara favorablemente, con los mejores azúcares producidos en el Continente. Debemos advertir que el mercado americano es el más exigente del mundo en cuanto a la calidad, de manera que los azúcares refinados que compiten en dicho mercado superan los de cualquiera otra parte del mundo.
La capacidad refinadora de Puerto Rico ha aumentado, de las 250 toneladas por día, originales de la Porto Rican American Sugar Refinery, a alrededor de 1,600 toneladas diarias., Fue un hecho lamentable que al asignarse cuota de exportación de azúcar refinado para la Isla en el 1934, se tomara como base total para todas las refinerías la cantidad que había exportado la Porto Rican American Sugar Refinery el año anterior a imponerse dicha cuota (más la pequeña cantidad de azúcares lavados y crudos usados para consumo directo) fijándose una cantidad de 126,033 toneladas solamente para todo Puerto Rico.
La Porto Rican American Sugar Refinery Inc., sola había exportado 2,047,000 sacos o sea 109,514.5 toneladas valor crudo, el año anterior. Las 126,033 toneladas habían de repartirse entre todas las refinerías que hemos mencionado durante los años que siguieron, dando por resultado que la Porto Rican American Sugar Refinery perdiera mucho de su mercado ya establecido, y que su gran inversión en maquinaria permaneciera sin trabajar gran parte del año,
Igualmente perjudicaba esta cuota tan limitada las inversiones hechas por, las otras refinerías que se vieron obligadas a acortar el período de sus operaciones a pocos meses del año.
Esta industria aún así limitada por legislación sumamente desfavorable a Puerto Rico, proporcionó ingresos de considerable magnitud a la Isla. El último año: completó en que se pueden’ hacer estimados es el 1939. En este año es que están basadas las cifras que damos a continuación debiendo tenerse en cuenta que estas CIfras no son exactas, sino que representan los estimados más aproximados que hemos podido hacer con los datos que hay a nuestro alcance. Durante el año 1939 dicha industria pagó en sueldos y jornales una cantidad de $273,000 aproximadamente. Pagó al Gobierno Federal impuestos de fabricación (processing tax) una cantidad estimada en $1,320,000, y al Pueblo de Puerto Rico, por contribuciones sobre la propiedad, aproximadamente $33,000, por indemnizaciones a obreros (Fondo de Seguro del Estado) unos $13,200.00. Compró esta industria entre maquinaria y materiales un total aproximado de $594,000. Esta suma fué en parte invertida localmente, y en parte en el continente. Las refinerías de Puerto Rico compraron azúcares crudos a centrales nativas por un valor estimado en $9,100,000.00. Pagaron por fletes a trucks en la Isla $142,000.00 aproximadamente. Finalmente, por fletes , marítimos, mas fletes, terrestres en el Continente esta industria pagó $421,000.00.
Tomando en consideración que durante el año 1939 se exportaron 126,033 toneladas de azúcar para consumo directo en el Continente, la cual era casi toda refinada, y en el 1940, hasta el último día de agosto ya se habían embarcado 173,641 toneladas, puede verse que en el año 1940 la industria habrá hecho circular cantidades mucho mayores que las que hemos estimado para 1939. Es importante notar que el aumento en las exportaciones de azúcares refinados correspondientes al 1940 sobre el 1939, se debe a que en el presente año, después del 29 de febrero, afortunadamente no había restricción en cuanto al embarque de azúcar para consumo directo. Sin embargo no se debe concluir que las 173,641 toneladas exportadas hasta agosto de 1940 representan,la capacidad máxima que las refinerías conque hoy cuenta Puerto Rico puedan producir. La incertidumbre que existió durante el principio del año con respecto a si sería asignada de nuevo la cuota anterior, atemorizó a algunos refinadores en cuanto a hacer contratos a tiempo para adquirir y refinar mayores cantidades de azúcar.
Podemos ver que la industria de refinar azúcar en Puerto Rico es capaz de aumentar los ingresos del país aun sobre los del año 1940, sino fuese de nuevo limitada por legislación influenciada por los intereses refinadores continentales. Esto es, aún sin contar con mayor expansión en la industria nativa de la cual sería lógico esperar algún crecimiento en el futuro, nuestra producción de azúcares refinados podría alcanzar cantidades mucho mayores que hasta aquí trayendo consigo mayores ingresos y bienestar para la Isla.
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