En el mismo año de 1925 Barceló y Tous Soto inscriben sus respectivas colectividades en el departamento de Estado como si fueran una sola, llamada Alianza Puertorriqueña, aunque retienen los nombres e insignias de los dos partidos, de manera que nadie más pueda utilizarlos. Luego de esta decisión de los líderes aliancistas, el gobernador Towner facilita otra enmienda de acomodo electoral para unionistas y republicanos, según la cual se permite ahora la integración de dos o más partidos en uno solo y se prohíben las candidaturas comunes. Así, queda formada la Alianza Puertorriqueña de los Partidos Unión de Puerto Rico y Republicano Puertorriqueño.
Los partidos Constitucional Histórico y Socialista se ven obligados entonces a continuar su pacto electoral, pero agrupados, sólo para fines de la votación, con el nombre de Partido Socialista Constitucional; ficción que se escenifica para obviar la prohibición del voto por candidatos comunes.
La Alianza Puertorriqueña postula para la elección de 1928 la solicitud de una enmienda a la constitución de Estados Unidos para autorizar al Congreso a admitir estados no contiguos, o ultramarinos, con las siguientes condiciones: los congresistas de los Estados así aceptados sólo pueden votar en aquellos asuntos que estén directamente relacionados con su Estado; las Legislaturas de tales Estados tienen que aprobar las leyes estatutarias del Congreso que vayan a regir; las cláusulas de la constitución federal relativas al gran jurado, comercio, aduanas, rentas internas, contribuciones e importaciones y exportaciones tienen que incorporarse en la constitución estatal para poder tener vigencia, y los artículos agrícolas y de manufactura de Estados Unidos pueden entrar libres del pago de derechos en tales Estados y los de éstos igualmente lo harán en Estados Unidos.
Otros planteamientos de carácter político contenidos en el programa de la Alianza incluyen una solicitud al gobierno de Estados Unidos para que éste reconozca el derecho del pueblo puertorriqueño de aprobar su propia constitución, de forma republicana, reconociéndose la soberanía del pueblo de Puerto Rico en sus asuntos internos, sin que ello vaya en menoscabo de la soberanía de Estados Unidos en los aspectos de política internacional. Aboga el programa aliancista por la elección del gobernador y su facultad para nombrar a todos los jefes de departamentos, y por la facultad de la Legislatura local para regular la tenencia de tierras. El programa de la Coalición, en el aspecto político solicita reformas a la ley Jones y reafirma el compromiso de unión permanente de Puerto Rico con Estados Unidos como paso previo a la estadidad.

Antonio Quiñones Calderón
Antonio Quiñones Calderón, periodista e historiador, ha ejercido el periodismo por más de seis décadas y es autor de una treintena de libros sobre asuntos de política y gobierno, incluido Historia Política de Puerto Rico, por el que recibió en 2003 el Primer Premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña.
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