Lionel Valentín
Publicación autorizada por Lionel Valentín Calderón, artista, escritor y Siervo del Señor.
Haydée Reichard de Cancio, Ph.D.– Muy cerca del barrio de los poetas y músicos encontramos el paraje, que le da a esta ciudad su distinción. “El Parterre” que ha servido de inspiración a poetas, cuentistas e historiadores… El escritor peruano, Ciro Alegría escribió dos leyendas sobre este lugar. Una trata de una india que se enamoró de un Conquistador en tiempos de la Colonización. Ella era hija de un Cacique, y estaba comprometida con un indio. Más el amor brotó entre el apuesto español y la bella taina. Ante la oposición quedaron en encontrarse al rayar el día en el lugar llamado Rio Chico, donde abundaban los árboles y los peces en el riachuelo…Cuando ella se encontraba en brazos de su amado, una flecha tirada por el indio, atravesó el corazón del Conquistador. Las lágrimas que ella vertió sobre su amado al caer al suelo formaron un bello manantial.
Dicen del Ojo de Agua, leyenda de Ester Feliciano, nos cuenta como la negra Rica iba por el pueblo buscando retazos de tela y luego los iban cosiendo hasta hacer un manto… Esta mujer iba todas las noches al Parterre y frente a la caja musical del Ojo de Agua, donde entonaba cánticos africanos. Ella le había contado a ciertas personas como allí de noche aparecía La Encantada del Ojo del Agua, quien era blanca, rubia y peinaba su cabellera con un peine de oro, y además, era su madrina. En noches de luna llena, Rica extendía sobre las aguas el manto que ella había cosido y se lo regalaba a su madrina.
El acuarelista de la literatura Aguadillana, el Licenciado Néstor Rodríguez Escudero, escribió el cuento “La Encantada del Parterre». En cuanto a la historia del parque y el manantial conocido como “el Ojo de Agua”, la señora Caridad Reichard, el Prof. Herman Reichard Esteves, don Francisco Veray , el señor Luis Méndez Cardona y otros historiadores hemos publicado artículos sobre el bello recinto.. Mientras Daniel del Valle Hernández coloca el paraje dentro de la literatura fantástica. Más ha sido nuestro Pepe Diego, El Maestro, el que ha dado a conocer este hermoso lugar, en su mundialmente conocido poema; “El Ojo de Agua”.
“Como los rumores de su eterno coro,
brota la fuente de la peña dura,
¡el ojo de agua que, en la cuenca obscura
de un cíclope en prisión derrama el lloro!
¡Raro prodigio! ¡Oculta maravilla!
El pan de Dios lo tiene todo el mundo,
pero, !el agua de Dios, sólo Aguadilla!
Recorremos la Calle de la Fuente hasta desembocar en la Plaza Rafael Hernández. A través del libro Los Barrabases, don Raúl Esteves nos lleva a vivir eventos acontecidos en nuestra Plaza de Recreo durante el siglo XIX.
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